miércoles, 27 de febrero de 2008

Dia 5: Ushuaia-Rio Gallegos-El Calafate

Amanece el último día en el Fin del Mundo y una vez hechas las maletas, nos despedimos de Gustavo, de Viviana y de las niñas con gran pesar, ya que nos han tratado de maravilla, la verdad, y son encantadores, todavía mantenemos el contacto vía e-mail de vez en cuando.

El día de antes por la mañana, antes de irnos de excursión, Gustavo nos recomendó una agencia de viajes, RUMBO SUR, con la que podríamos comprar los billetes de avión y bus para llegar a nuestro próximo destino, El Calafate, pero como el aeropuerto estaba cerrado, teníamos que bajarnos en Rio Gallegos y coger un bus de unas cinco horas hasta El Calafate, no había otra manera.
Despegamos sobre las 10.00 de la mañana rumbo a Rio Gallegos, una ciudad enmedio nada en la inmensa Patagonia. El vuelo, con Austral, del grupo de Aerolíneas Argentinas, duró unos 50 minutos, y nos dieron hasta un café y un sandwich, impensable en una compañía aérea española.



Llegamos sin problemas a Rio Gallegos, atravesando el Estrecho de Magallanes (en la foto de arriba), y desde allí nos fuimos en taxi al centro de la ciudad, esperando ver algo mientras esperábamos, pero no tiene mucho que ver, la verdad.


Cuando llegó la hora nos subimos al bus, que por cierto allí son comodísimos, y empezamos a recorrer la Patagonia, una planicie inmensa en la que solo se ve tierra, alguna mata de hierba seca, alguna estancia de vez en cuando, ganado y algún que otro guanaco, un pariente de la llama.

Al cabo de unas cinco horas de trayecto y una parada para tomar un submarino (leche caliente con un buen trozo de chocolate en el fondo) llegamos a la estación de autobuses de El Calafate, donde nos estaban esperando los chicos del Hostel donde nos alojaríamos las siguientes noches, el Ameria de Sur Hostel. Allí nos esperaban los chicos que estaban a cargo del mismo, majisimos y que no dudaran en ayudar en lo que sea menester, MARIANO, MATIAS Y SEBASTIAN.

El hostel era una pasada, un poco alejado del centro, pero no demasiado, un poco en alto, con vistas al Lago Argentino y con calefacción irradiante en el suelo, por lo que había que descalzarse al entrar.
Nos acomodamos en las habitaciones y nos fuimos a dar una vuelta al centro del pueblo, y entramos a cenar al Rick´s cafe, en la Av. Del Libertador n° 1105, otro tenedor libre de parrilladas de carne. Una vez que cenamos, un paseo hasta el hostel y a preparar la excursión al Glaciar Perito Moreno con los mismo chicos del hostel y a dormir.

Hay muchos sitios para ir a cenar y a tomar algo, os dejo un enlace en el que podéis verlos.
http://calafate.com/

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