viernes, 29 de febrero de 2008

Día7: El Calafate

Hoy nos levantamos temprano otra vez, aún no ha amanecido y esta lloviznando, para hacer una excursión que nos llevará todo el día por el Lago Argentino, visitando varios de los distintos glaciares que lo componen. Nos recogen en una furgoneta y nos trasladan al embarcadero de puerto Bandera para subirnos al barco, El CRUZ DEL SUR, en el que estaremos casi todo el día.

Comenzamos la navegación todavía de noche y con algo de frío, jejeje, por el Lago Argentino, o mejor por una de sus partes, porque es muy, pero que muy grande. Nosotros en concreto veremos la parte en la que están los glaciares Upsala, Spegazzini y la Bahía Onelli.

No tardamos en divisar los primeros témpanos de hielo, no en vano es el Canal de los Témpanos. Empieza a amanecer y sigue lloviznando, no mucho, pero con la velocidad del barco, te impide salir a la cubierta durante mucho tiempo para contemplarlos, se te hace algo incomodo y vemos el primer glaciar, "El Seco" (fotografía superior), tiene una superficie de 4 km2 y se encuentra en estado de retroceso, también se lo conoce con el nombre de totalizador porque allí el Instituto del Hielo Continental Patagónico instaló un pluvionivometro totalizador para medir la caída anual de lluvia y nieve, que promedia alrededor de 1500 a 1800 mililitros. retrocedido.

Al cabo de una hora mas o menos llegamos al glaciar Spegazzini, un glaciar pequeño pero muy bonito, ya que baja de las montañas en forma de cascada y hace un giro para encarar el lago. No es tan grande ni tan espectacular como el Perito Moreno, pero es muy bonito y claro, hay que hacerse unas fotos de rigor.

Aquí ya empieza a hacer un poco de frío, pero no tanto como nosotros esperábamos, y aunque parezca que no, el día esta especial para poder contemplar las distintas tonalidades de azules del hielo, si hubiera hecho sol, deslumbraría y no se podría apreciar casi nada.

Una vez que nos hicimos las tropecientas fotos de rigor, continuamos la navegación, esta vez hacia el glaciar Upsala, el más largo de sudamérica, y mide un total de unos 50 kilómetros de largo.
Para llegar hasta lo mas cerca posible de las paredes del glaciar, el barco tiene que sortear la inmensa cantidad de icebergs que flotan por el lago y que se han desprendido de esas paredes.
Después de una cuidadosa navegación entre los témpanos de hielo a la deriva, por fin nos acercamos lo máximo posible a las paredes de éste inmenso glaciar, y aquí si que hace un frío del carajo, ya era hora, jeje.

Después de pasar un ratito de frío, nos metemos dentro del barco para tomarnos una taza de caldo caliente, y nos dirigimos rumbo a la Bahia Onelli, donde desembarcaremos y haremos una pequeña caminata hasta una cabaña para comer los manjares que como siempre llevamos en nuestras mochilitas.
Una vez bien comidos y sin café, jeje, continuamos el paseo que nos llevará hasta la Bahía Onelli, donde confluyen los glaciares Onelli, Bolado y Agassiz, taponando los bloques de hielo desprendidos de los mismos la salida de la bahía al Lago Argentino. Es muy, pero que muy bonito el contemplar todo ese hielo que cubre prácticamente la totalidad de la bahía.

Permanecemos alrededor de una hora en el lugar siguiendo las explicaciones de la guía y divirtiéndonos un poco con el hielo, hasta que se hace la hora de regresar al barco que nos llevará de vuelta a Puerto Bandera y de allí en furgoneta al hostel.

Antes de llegar al hostel nos quedamos en el pueblo y entramos a comprar unas camisetas a una tienda y hablando con el propietario, que por cierto se parece un huevo a un colega de aquí, le comentamos que queríamos ir a Chile y visitar las Torres del Paine o bien visitar El Chalten, pero nos convence para que nos quedemos en Argentina y que nos vayamos a Puerto Madryn, que por cierto, estaban llegando las ballenas Francas Australes a criar, y a Iguazú a ver las cataratas.

Pues bien, sin pensarlo mucho nos metemos a la agencia RUMBO SUR, y compramos los billetes de autobús, (en coche cama, lo recomiendo porque en precio no es mucha la diferencia, pero en comodidad muchísima) hasta Rio Gallegos y desde allí hasta Puerto Madryn, además de los billetes de avión desde allí hasta Iguazú.

Esa noche nos duchamos y salimos a cenar otra vez a Rick´s para celebrarlo y despedirnos como de allí como se merece, brindando con un buen vino de Mendoza y una buena parrillada de carne.

2 comentarios:

Merce y Rubén dijo...

Muy guapo el viaje hermanooo!!! El primer viaje siempre se recuerda con mucho cariño. Además al ir de forma improvisada como hicisteis, se disfruta mucho mas. A nosotros no nos pasa más lo de Tailandia, ya no llevaremos nunca mas todos los hoteles reservados, le quita frescura al viaje.
Tapronto man!!

Pedro y Gloria dijo...

Que pasó hermanoooooo!!!!
Y eso que todavía no he terminado, ya verás cuando termine.
Bueno man nos vemos.