Dia 3: Ushuaia

Hoy nos levantamos temprano, todavía tenemos los efectos del cambio horario, y vemos que en la puerta tenemos el desayuno que nos ha puesto Gustavo.

Nos pegamos un desayuno alucinante a base de dulces y pasteles de la zona, pan tostado, mermelada, café con leche, zumos, ufff, como reyes.

Después del desayuno, sobre las 09.00 de la mañana salimos a la calle con la intención de visitar el Paso Garibaldi y los lagos Escondido y Fagnano, por lo que Gustavo nos aconseja que vayamos al puerto que es donde paran los choferes con las furgonetas para llevar a los turistas.

A todo esto y aunque son las 09.15, esta todavía....DE NOCHE, pero es que no nos acordábamos que estamos en la ciudad mas al sur del mundo, a unos 1000km de la Antartida.

Contactamos enseguida con un chofer, Miguel Pelayes, que nos llevó casi todo el día en su furgoneta, muy cómoda, por toda la zona de los lagos, el Paso Garibaldi, que son ya las estribaciones de la cordillera de los Andes, la Estación de Esquí del Cerro Castor y el Monte Olivia. Sobre mediodía, nos llevó, después de visitar los lagos Escondido y Fagnano, de vuelta al puerto, donde embarcamos en un catamaran de la empresa Canoero, para dar una vuelta por el Canal Beagle, El Faro de Les Eclaireurs , y así poder ver de cerca los lobos marinos que dormitan sobre los islotes que hay desperdigados por el canal.

Mientras avanzamos por el Canal, aprovechamos y como buenos españolitos, jeje, sacamos la comida que el día antes habíamos comprado en la Innovadora, el supermercado que quedaba cerca de la cabaña y nos ponemos a comer.

La travesía es una pasada y no tardamos en divisar los primeros lobos marinos en un islote, que no dudan en tirarse al agua para salir al encuentro del catamaran. Son una pasada, como se mueven en el agua, cualquiera lo diría viendo como se mueven en tierra.

La verdad es que el paisaje es una pasada y además se acrecienta la sensación de grandeza porque no hay NADIE.

Una vez llegados de nuevo al embarcadero, nos vamos de regreso a la cabaña a pegarnos unas duchitas y a dar cuenta de una suculenta cena a base de caldo caliente, jeje. y a dormir que al día siguiente tenemos más.