viernes, 29 de febrero de 2008

Día 8: El Calafate-Rio Gallegos-Puerto Madryn

Empieza otro día en nuestro viaje, y éste, por cierto es el de la marcha de El Calafate. Como el autobús no sale hacia Rio Gallegos demasiado pronto, nos fuimos al centro de la ciudad, al supermercado, a comprar las provisiones para el viaje hasta Puerto Madryn.



Una vez compradas las provisiones, nos vamos de vuelta a las habitaciones para preparar las maletas y despedirnos de los chicos del hostel. Nos da mucha pena irnos, la verdad, porque nos han tratado de maravilla, nos han preparado las excursiones muy, pero que muy bien, nos han aconsejado en todo lo que necesitamos, nos han buscado sitio en el hostel de Puerto Madryn, en fin, y sobre todo nos hemos reído mucho con ellos. Les dejamos unos cd´s de música española, tipo Manolo García, Sabina, etc, tan apreciados allí.



Nos llevan a la terminal de autobuses, y nada, de vuelta otra vez a Rio Gallegos para poder coger el que nos llevaría hasta Puerto Madryn. Hicimos el camino de inverso y volvimos a parar en el sitio de los "submarinos", donde por supuesto nos tomamos uno, y al cabo de unas cinco horas desde que salimos de El Calafate, llegamos a la estación de autobuses de Rio Gallegos, donde nos tocó esperar así como unas cinco horas más. Menos mal que teníamos una gasolinera cerca y nos pudimos tomar unas cervecitas y unas patatas fritas.



Comenzamos el viaje en bus al atardecer, con la compañía Andesmar, y gracias a que compramos los billetes en semi cama lo hicimos bastante bien y cómodos. Merece la pena pagar un poco más, porque nos tiramos en ese bus unas quince horas. Íbamos en un autobús de dos pisos y nosotros estábamos en el de abajo, con sillones muy amplios y abatibles, de piel con televisión de plasma y solo eramos nueve personas, nosotros seis y tres más, un lujo. Además, una vez que cenamos y nos tomamos un buen vinito que alguien nos invitó, jeje, nos tomamos unas pastillitas y a sobar toda la noche de un tirón.

A mediodía llegamos a Puerto Madryn, a la estación de autobuses y dos taxis no llevaron hasta el Hostel EL GUALICHO, donde teníamos las reservas para dos noches. El hostel es muy bonito y con un muy buen ambiente, tipo mochileros.



Dejamos las maletas y se nos ocurrió que podíamos alquilar unas bicis en el mismo hostel e ir de paseo hacia la zona de El Doradillo, una bahía en la que se pueden avistar ballenas. Pues nada, eso hicimos, nos fuimos en bici por el paseo marítimo y nos encaminamos por la carretera que lleva al Doradillo, bueno, lo de carretera es un decir, ya que es un camino de tierra, con un palmo de polvo y que cada vez que pasa un coche cerca, deja una nube que te tapa por completo, y encima cuesta arriba, ufffff, bastante duro, pero mereció la pena el esfuerzo. Una vez que llegamos a un acantilado, veíamos como las ballenas emergian a la superficie para respirar, todo en un absoluto silencio.


Nos volvimos al hostel antes de que se hiciera de noche, y llegamos a la ciudad justo antes de la puesta de sol, como se puede apreciar en la foto, y nos pegamos una merecida ducha y a dar una vuelta por la ciudad a conocerla. Cenamos en un restaurante y pronto nos fuimos a la cama, que al día siguiente teníamos ya contratada una excursión de día entero a ver las ballenas, entre otras cosas.


2 comentarios:

newdani dijo...

Todo un campeón, qué feliz se te ve. Y cualquiera no, visitando esos sitios tan guapos. Un viaje de los de "envidia".

Pedro y Gloria dijo...

Que pasa Dani, te ha gustado no?
Pues ya sabes, anímate y a viajarrrrrr